viernes, 28 de agosto de 2009

miércoles, 26 de agosto de 2009

¿Por qué Venezuela gana concursos de belleza?


LesObsarvateurs - France24

LesObservateurs - France24

¿Miss Universo o Miss Cirugía? Es la pregunta con la que el portal informativo France 24 ilustra su nota sobre el nuevo triunfo de una mujer venezolana en un concurso de belleza.

El tema seguramente parece trivial. Pero sea o no, sin duda despierta interés en los medios. El editor de Les Observateurs, una de las secciones de France 24 me contactó para pedirme un comentario sobre el tema. La versión resumida y traducida al francés está junto al artículo que incluye el testimonio de Jennifer J. Schell, candidata a Miss Venezuela 2005. Pueden leerlo AQUI.

A continuación la versión completa de mi artículo en español. Hagan sus comentarios, en este post o directamente en la nota de France 24.

¿Por qué Venezuela gana concursos de Belleza?

Por que el concurso Miss Venezuela es una de las pocas instituciones que en Venezuela se manejan de manera estricta y organizada.

Venezuela es un país en el que la incertidumbre es una constante. Cada día los venezolanos nos levantamos sin saber si la autopista que recorre Caracas de Este a Oeste está bloqueada por un accidente, una protesta o simplemente por demasiados automóviles. Tampoco sabemos cuanto cuesta un dólar en el mercado paralelo de divisas; menos si el gobierno va a expropiar hoy una empresa privada, o si la Asamblea Nacional va a dictar un nueva ley “socialista del siglo XXI”.

Lo que sí estamos seguros es que Osmel Sousa está al frente de la Organización Miss Venezuela como lo ha sido por más de un cuarto de siglo. En un país donde todo cambia día a día, él tiene siempre un objetivo claramente definido, y por tanto trabaja para cumplirlo: Hacer reinas de belleza.

El país en general es un permanente caos organizado, pero el concurso Miss Venezuela es una de las empresas más importantes de la Organización Cisneros, un conglomerado de medios y entretenimiento de origen venezolano y alcance latinoamericano, propiedad de Gustavo Cisneros.

El concurso Miss Venezuela tiene una canción que es como una especie de himno a la belleza. En una de sus partes dice: “en una noche tan linda como ésta, cualquiera de nosotras podría triunfar…” Para su director, Osmel Sousa la tarea de encontrar mujeres bellas es relativamente fácil en Venezuela, pues en cualquier centro comercial, en la calle, en las universidades; en todas partes, se encuentran mujeres lindas. Adicionalmente las candidatas comienzan uno o dos años antes un proceso de “retoques” con cirugía plástica, entrenamiento, dietas, ejercicios, pues el resultado está a la vista.

Muchas niñas sueñan con ser Miss Venezuela desde que tienen corta edad. El padre de Stefanía Fernández, Miss Universo 2009, contaba en una entrevista a una emisora de radio que su hija jugaba a ser reina desde que era muy pequeña. Como ella, muchas niñas lo hacen. En sus colegios comienzan a ser reinas de su salón de clase, o del equipo de fútbol. Cuando llegan a la adolescencia muchas quieren ser modelos de pasarela. Hasta hay campamentos vacacionales a los cuales las niñas van a aprender a ser modelos.

Así, Venezuela seguirá teniendo Misses. Pero también problemas sociales, económicos y políticos que se nos olvidan por instantes gracias al orgullo de ser el país de las mujeres más bellas del universo.

http://lindriago.wordpress.com/2009/08/26/%C2%BFpor-que-venezuela-gana-concursos-de-belleza/

lunes, 24 de agosto de 2009

Nuestra Primera Miss Universo Roja Rojita... por JORGE SAYEGH



El año pasado llevábamos doce que no ganábamos una. Además Dayana era una candidata exógena. Ya era una profesional con relativo éxito en el extranjero. Y además el evento ocurrió allá lejos en Vietnam quién sabe a qué hora. Así que la noticia nos agarró por sorpresa.

Pero este año estábamos más pendientes. Tanto que entre el primer y segundo inning de los Medias-Rojas Yankees hice zapping. Y a partir de ese momento todo cambió.

Para comenzar me enteré de que, por llegar cinco minutos tarde, me había perdido de casi todo el show, porque este año la vaina iba a ser menos maratónica y comenzaba con el 80% de las carajitas eliminadas antes del certamen. Como me perdí la primera presentación (que era apenas un trámite de edición ornamental), sólo podría ver con detalle a las quince primeras seleccionadas, quienes inmediatamente pasearían en bikini.

Luego de comerciales arrancó ese hembrero de casi metro ochenta cada una a contonear las caderas. De pronto apareció una catira llena de carne, con nombre impronunciable e inescribible, que a cada paso ataconado ocasionaba un sólido tremor en el tope de sus tetas, evidencia indiscutible de su naturalidad mamaria y, sin duda alguna, culpable del calentamiento global de Islandia.




















Ingibjörg Ragnheiður Egilsdóttir derritiendo el hielo

Me sorprendió que Miss Francia y Miss Suiza fueran un par de mulatas. Ya me parecen bastante parásitos esos franceses maricones y esos suizos neutrales, como para que nos estén robando también el mestizaje. ¿Por que no envían a sus rubias insípidas pero olorosas? La portorra me pareció más falsa que una promesa de amor de Juan Barreto. La australiana bella como la vecina del 4-B y la gringa me sorprendió que no se resbalara y cayera como un plátano patas arriba.


















Gona Dragusha es de lo más cuchi, a pesar de tener ese nombre que asusta


La finísima estampa a lo Audrie Hepburn de Miss Kósovo y sus dientes irregulares (ambos productos de la malnutrición por la guerra) me causaron una deliciosa impresión difícil de olvidar. Era mi favorita sentimental.

Y entonces llamaron como decimoquinta (y última) opción a Stefanie.

Es muy curioso. Esta gochita, que apenas alcanza la mayoría de edad, tuvo que participar en el Miss Venezuela representando a Trujillo, su estado rival, porque en su Mérida natal no ganó ni el premio consuelo “Pitcher Relevo Corto” de Miss Tovar. Pero Osmel Souza, en su infinita sabiduría, vio desde el principio madera fina en esta perdedora y la cobijó en su barroco seno. Más curioso aún me resultó observar minuciosamente que, si nuestra reina universal alguna vez se realizó una mamoplastia, pues ha sido muy discreta. Armónica, equilibrada, delicada, correspondiente a su delgada conformación ósea.

Luego salió un negro, desconocido para mí, a cantar, dice él, una especie de rap, ese género semimusical involutivo cuya vigencia comercial es más duradera que el periodo eterno de nuestro presidente.

Las 83 participantes, eliminadas o no, medio bailaban en bikini al son del negro y al final de esa parte del espectáculo volvían a salir las quince preseleccionadas para irse en fila india con el negro como escolta cantora. Por haber sido nombrada en decimoquinto lugar, Stefanie era la última de la fila y en esos escasos segundos de cierre de segmento lo hizo. Apelando a su improvisación venezolanista tan irreverente con el protocolo, Stefanie se fue quedando unos pasos atrás, más pendiente del negro desconocido (para mí) que de sus compañeras y, al compás del rap o lo que sea que sonara, estableció una fugaz pero efectiva comunicación con el cantante, quien le correspondió asintiendo y señalándola y la cámara en grúa alejándose y: “Quédate con la venezolana, corta a camerinos, disuelve a bomp out de sálida ¡vámonos a comerciales!”.

Fueron segundos, pero ahí me di cuenta de que las tetas populares de Miss Finlandia y los dientes escuálidos de Miss Kósovo tenían una dura competencia.

Se eligieron entonces las diez semifinalistas. Finlandia se quedó fría y las que sí fueron elegidas pasaron a desfilar en traje de noche. Todo iba normal hasta que salió Miss Venezuela en su vestido rojo. Rojo, rojito, rojote. Fue un acierto absoluto. Cuando volvieron a pasear las diez a la vez en una especie de coreografía de pasarela donde se cruzaban unas con otras, Stefanie brillaba amenazadoramente como el anuncio de una revolución incontenible. ¡Temblad, concursantes, temblad!

Ya había dejado de hacer zapping hacia los Media Rojas- Yankees y me estaba vacilando haciendo zapping hacia VTV, donde tres doñas muy feas y aburridas perdían la oportunidad de explicar porqué es muy sano, nutritivo, natural y económico que las madres le den pecho a sus hijos, desperdiciando argumentos para convencernos de que la industria de alimentos para niños es un monstruo que quiere envenenar a la población.

Ya de regreso, en el otro monstruo industrial de la belleza escogieron a las cinco finalistas. Las preguntas capciosas (muy feministas todas) fueron respondidas con los clichés de siempre. A estas alturas el jurado no espera que las concursantes den una respuesta original o inteligente. De hecho, todas repetían lecciones aprendidas acerca de la belleza interior, la igualdad de hombres y mujeres o sobre la infancia abandonada. Lo que el jurado quiere ver es que las digan sin cagarse en los pantalones.

Y en ese nivel Stefanie, acostumbrada como buena gocha educadita a dar exámenes orales en el colegio, se lució.


Cuando Dayana fue a llevarle la corona brincaban como dos carajitas estrenando el último día del colegio. Dayana la abrazó, le jamaqueó, le dio una nalgada y le zampó la corona mal puesta que se le cayó al piso delante de cientos de millones de televidentes. Hay que reconocer que, desde el Manual de Carreño hasta el “Por qué no te callas”, los venezolanos hemos desarrollado toda una elipsis de protocolo excepcional.


Hacía mucho tiempo que no oía la marchantica de Venevisión, que tantos recuerdos de infancia me trae. Primero en la versión frívola de los comentarios desde el set criollo del evento y luego en el extra que vino inmediatamente a continuación.

Hice zapping. Mario Silva y su panza hacían un análisis videográfico para demostrar cómo la oposición ha desarrollado un complot maquiavélico para obligar al gobierno que la reprima con gas del bueno en las marchas.

Recordé aquellos viejos tiempos cuando Radio Caracas interrumpía su transmisión para solidarizarse con el triunfo de la belleza venezolana (o como cuando ganó Alicia Machado y les jodieron el parque, porque VV lo estaba pasando en diferido y RCTV dio el tubazo).

Pero ahora Venezuela es otra. Aunque Miss Universo se vista de roja.

http://jorgesayegh.blogspot.com/2009/08/nuestra-primera-miss-universo-roja.html

domingo, 9 de agosto de 2009

Charly García, como el ave fénix


Charly García

García sorprendió a todos con un concierto en marzo pasado.

"Vuelve el más grande". Ésa es la consigna de la masiva campaña de promoción del último tema que presenta este viernes Charly García, el mítico cantante argentino, que regresa a la esfera pública tras un largo período de reclusión.

El ex integrante de Sui Generis y Serú Girán estuvo alejado de los escenarios por más de un año, mientras se sometía a un proceso de rehabilitación por su adicción a las drogas y al alcohol.

El mega operativo publicitario de este viernes prevé el lanzamiento simultáneo en varias ciudades del mundo del primer corte del nuevo disco del músico, llamado "Deberías saber por qué".

El representante de prensa de Charly, Gonzalo Janín, dijo a BBC Mundo que el álbum aún no tiene nombre ni fecha de estreno.

Lo que sí está confirmado es una serie de conciertos que dará el famoso roquero a partir de septiembre en Lima, Santiago de Chile y finalmente Buenos Aires.

El recital en su ciudad natal se llevaría a cabo el 23 de octubre, fecha en la que el músico cumple 58 años.

¿Un nuevo Charly?

Desde que realizó el tratamiento para librarse de sus adicciones, pudo verse una nueva cara del legendario músico.

En sus últimas apariciones el intérprete conocido por desmanes en el escenario se mostró sereno y exhibió una apariencia más saludable.

En declaraciones a la prensa local, también reveló una nueva faceta, asegurando que le gustaría casarse y tener hijos.

El nuevo Charly dista mucho de aquel que protagonizó un sonado escándalo hace más de un año, cuando provocó graves destrozos en un hotel de la provincia de Mendoza.

El incidente derivó en una larga internación en una clínica psiquiátrica, y generó temores por su salud y estado mental.

Sin embargo, tras permanecer un largo período en la residencia de campo de su amigo, el músico argentino y ex político Ramón "Palito" Ortega, el artista reapareció en la luz pública en marzo, cuando brindó un sorpresivo concierto callejero en la ciudad de Luján, provincia de Buenos Aires.

La aparición del músico, que aún estaba bajo tratamiento médico, fue recibida con alegría por sus seguidores, pero abrió varios interrogantes respecto a su capacidad para volver a la escena.

El gran despliegue mediático que acompaña su regreso oficial este viernes promete que el nuevo Charly sigue teniendo el mismo talento, y continúa siendo "el más grande".

Veronica Smink BBC Mundo, Argentina

domingo, 2 de agosto de 2009

Se cumplen 65 años de la misteriosa desaparición del creador de "El principito"

Antoine de Saint-Exupéry, el autor del libro más difundido del mundo luego de la Biblia y el Corán, desapareció en una de sus tantas expediciones aéreas. Jamás se esclareció su paradero.

EFE
Viernes 31 de Julio de 2009 13:09

Antoine de Saint-Exupéry, el autor de ''El principito'', desapareció misteriosamente el 31 de julio de 1944.
Foto: AFP

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PARÍS.- Hace 65 años los radares de la Resistencia perdieron el rastro de uno de sus aviones Lightning P38 en el Mediterráneo y la leyenda de su piloto, Antoine de Saint-Exupéry, comenzó a mezclarse en el imaginario colectivo con las páginas del más memorable de sus libros, "El principito".

Para recordar aquel momento, Marsella invade su cielo de aviones e inauguraró una exposición titulada "Saint-Exupéry. Invitation au voyage" ("Saint-Exupéry. Invitación al viaje"), que será el primero de una serie de homenajes que se prolongarán hasta 2013 para rendir culto al autor del libro más difundido del mundo después de la Biblia y el Corán.

Francia recordará así a un hombre cuya desaparición se convirtió en una fantasía tan literaria como las aventuras de "El principito", aquel niño que abandonó su minúsculo planeta en el que deshollinaba volcanes y cuidaba de su rosa y que se encontró en el desierto del Sahara con un misterioso aviador que había caído del cielo.

Saint-Exupéry (1900-1944) se desvaneció en un tiempo en el que Europa estaba ocupada por los nazis y en el que los aviadores se cubrían la cara con aparatosas máscaras de cuero, dejando tras de sí un legado literario en el que se encuentran títulos como "El aviador", "Tierra de hombres" o "Piloto de guerra".

Aunque las investigaciones no han conseguido esclarecer absolutamente su desaparición, que tiene el regusto fatuo de las fotografías amarillentas de mediados del siglo pasado, actualmente parece razonable asumir que perdió la vida cuando su avión cayó al mar en 1944.

Los años han ido rociando el anecdotario de datos. En 1998 un pescador halló entre sus redes una pulsera que perteneció al escritor y seis años más tarde fueron encontrados restos del avión frente a las costas de Marsella.

Pero el testimonio mortífero llegó el año pasado, cuando un octogenario alemán reconoció haber derribado el avión de Saint-Exupéry.

"Pueden dejar de buscar. Fui yo quien abatió a Saint-Exupéry", dijo Horst Rippert, de 88 años, cuando fue localizado por dos investigadores franceses expertos en encontrar aviones perdidos durante la guerra.

Sin embargo, y a falta de un cadáver que examinar, el cautivador hechizo de su leyenda pervive e inunda todo lo que rodea al universo del autor de una diminuta joya de la literatura universal.

Quizá porque "sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos", como le decía el zorro al principito, los ojos de la historia no captan que lo esencial de Saint-Exupéry, sus textos y dibujos, no se perdieron en ningún mar durante ninguna Guerra Mundial.

Además, la leyenda impregna de rentabilidad y atractivo al autor y a su principito. Sus manuscritos se venden más caros en las subastas de arte -por el último se pagó casi medio millón de dólares- y las televisiones desembolsan más dinero para convertir en dibujos animados su célebre libro, como la cadena pública "France 3", que lo colocará en la pequeña pantalla en 2009 ó 2010 en 52 episodios de 26 minutos cada uno.

Los adultos aceptan los hechos probados, pero los pequeños pueden permitirse no hacerlo. Y quizá, en el universo de los niños, para quienes escribió Saint-Exupéry "El principito", el literato siga perdido en algún desierto pintando corderos en cajas con agujeros.

Puede incluso que exista una explicación para todo, pero, como decía "El principito": "las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones".

http://www.emol.com/