La historia está llena de casualidades, de situaciones especiales que sacar a la luz cosas que de otra forma se perderían para siempre. Algo así ha pasado con la fotógrafa Vivian Maier, una refugiada judía francesa, nacida el 1 de febrero de 1926 y que llegó a Estados Unidos en la posguerra, en la década de 1950. Probablemente llegó a Nueva York, ya que hay fotografías suyas de esa época de esta ciudad, y posteriormente se trasladó a Chicago hasta su muerte, el 21 de abril de 2009.
La historia comienza en 2007, cuando un agente literario aficionado a las antigüedades y a la fotografía, John Maloof, asiste a una subasta de muebles y objetos antiguos. Por 400 dólares compra un lote de esas cajas típicas para guardar cosas en el trastero, con su contenido incluido. Se subastaban junto con otras pertenencias del mismo dueño, ya que no pagaba el alquiler y nadie se presentaba a reclamarlas. Una práctica muy común en los EE.UU.
 
 Maloof se encontró con la sorpresa de  una caja con 30.000 negativos y  carretes aún sin revelar. Empezó  entonces un estudio minucioso de los  negativos y, al comprobar la  calidad de las imágenes, decidió comprar  el resto de cajas. Con lo que  ha logrado reunir cerca de 100.000  negativos y entre 20.000 y 30.000  fotografías que todavía estaban en  sus rollos. Las mayoría de las imágenes han sido captadas en  Chicago en  los años 60 y 70 por una niñera llamada Vivian Maier, y a  a  vista de  su calidad, está convirtiéndose en una de las fotógrafas  callejeras más  grandes del siglo 20.
 Maier no era francesa,  aunque hablaba con acento francés. Según su  certificado de nacimiento,  que Maloof encontró entre sus cosas, Vivian  Dorothy Maier nació en Nueva  York el 1 de febrero de 1926, hija de la  francesa María Jaussaud y el austriaco Charles Maier. Maier y su madre  volvieron a Francia durante algunos años, pero no se sabe donde  residían.  El 16 de abril de 1951, a los 25 años, Maier subió a un barco  en Le  Havre y llegó a Nueva York diez días después. Allí pasó cinco  años  haciendo fotografías y probablemente ganándose la vida como  niñera. De  1956 hasta 1972, Maier habría  vivido con Avron y Gensburg  Nancy en Highland Park, en la costa norte  de Chicago, como niñera de  sus tres hijos: John, Lane y Matthew. A los  que un detective privado  localizó gracias a que fueron ellos los que  pusieron la esquela de su  muerte.
 La autoría de los negativos también fue fruto de la  casualidad. Un año  después de la compra, revisando uno de los cajones,  Maloof encontró un  sobre de un laboratorio fotográfico y garabateado a  lápiz el nombre de  Vivian Maier. Buscó en Google quién era,  pero lo único que encontró  fue su esquela en el Chicago Tribune, pues había fallecido unos días  antes del hallazgo.
En su honor John Maloof ha creado el blog Vivianmaier.blogspot.com,   y otro coleccionista muy interesado en ella, Jeff Goldstein, ha  logrado  reunir más de 12.000 originales, algunos de ellos aparecen en vivianmaierphotography.com.
 Si quieren participar en el proyecto de un documental, un libro y en la   compra de originales a través de Kickstarter, vayan a esta dirección:
    http://www.kickstarter.com/projects/800508197/finding-vivian-maier-a-feature-length-documentary
tomado de:
http://blogs.elpais.com/apunta-dispara/2011/01/la-ninera-reportera.html#more

1 comentario:
Super interesante artículo. Saludos.
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